Marketing experiencial en el turismo: la traducción en el centro
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Empezaremos con la respuesta a la pregunta: Sí, claro. Una buena estrategia de comunicación tiene en cuenta el engagement. Esto es, el compromiso y la interacción que generamos en nuestra audiencia a través de nuestro contenido. Si queremos generar una vinculación con nuestros clientes en otros idiomas, debemos entenderlo como parte de nuestra estrategia global y multilingüe. Aquí entra en juego el valor del storytelling corporativo y de una brand voice coherente.
Las empresas producimos tuits, publicaciones para Instagram, artículos de blog, newsletters… Y todo esto tiene que tener un fin. ¿Cuál?
En el siglo XXI no basta con informar. Necesitamos emocionar, conectar y fidelizar. Y eso también vale en otros idiomas.
Muchas marcas traducen únicamente el contenido informativo: el menú de un restaurante, la sección de reservas o el formulario de contacto. Pero la conexión emocional suele generarse en los detalles: los textos del blog, la personalidad en redes sociales, la forma de responder comentarios.
Descuidar esa parte supone descuidar también el engagement en otros idiomas. Una estrategia multilingüe sólida requiere cuidar todos los puntos de contacto con la audiencia, y hacerlo desde una perspectiva cultural y lingüística.
No siempre es viable tener equipos internos en todos los idiomas, pero hay alternativas eficaces:
Una traducción no solo transmite significado. Bien hecha, transmite intención, tono y emoción. Por eso es tan importante cuidar cómo decimos lo que decimos, también en otros idiomas.
Esto es especialmente relevante en sectores como el retail, donde la conexión emocional influye directamente en la decisión de compra.
¿Sabías que, según HubSpot, el engagement se dispara cuando el contenido refleja los valores e intereses del público? Esto cobra aún más peso cuando cruzamos fronteras.
Crear contenido adaptado a cada audiencia demuestra interés, respeto y profesionalidad. Hablarle a alguien en su idioma es una forma directa de decirle: «me importas». Y eso construye marca.
Además, plataformas como Think With Google señalan que el contenido localizado mejora el rendimiento digital y multiplica el retorno de la inversión en marketing.
Traducir por traducir no genera ningún tipo de relación con la audiencia. Hay que entender las particularidades culturales, adaptar el mensaje y tener claro qué emociones queremos despertar. Solo así lograremos que nos recuerden, nos compartan y, lo más importante, que nos elijan.
Cuidar a un cliente implica que vuelva; cuidar a un cliente potencial implica que nos tenga en mente cuando necesite lo que ofrecemos. Y eso solo se consigue con una comunicación empática, coherente y adaptada.
Una estrategia multilingüe bien pensada puede convertirse en tu mayor aliada para generar engagement internacional. Aprovecha todas las herramientas a tu alcance: redacción creativa, profesionales lingüísticos, storytelling, brand voice y escucha activa. Porque una marca que se adapta es una marca que conecta.
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