Escudos heráldicos: el lenguaje visual para la batalla

Los escudos heráldicos tienen más adeptos de lo que podríamos pensar. De hecho, gracias al cine, la tradición de los escudos de armas se ha mantenido en el tiempo, formando parte de nuestro imaginario. Basta con pensar en Juego de Tronos para que nos venga a la mente al menos uno de sus blasones y desmigar qué representa y a quién identifica.

Pero ¿qué tiene que ver eso con nosotros y por qué le dedicamos hoy nuestro post? Pues bien, la respuesta es muy sencilla y nos la habéis leído infinidad de veces: todo comunica, y la heráldica es un sistema de comunicación alternativo. ¿Empezamos?

¿Qué es un escudo heráldico?

Cuando hablamos de escudos heráldicos posiblemente nos vengan a la cabeza términos como batalla, medieval, armero… Pero ¿qué es exactamente y cómo surge?

El escudo heráldico nace por la necesidad de identificar a los caballeros que acudían al campo de batalla. Ataviados con armadura y yelmo (en el mejor de los casos), señalar quién estaba en nuestro bando y quién en el contrario, no debía ser nada fácil.

Si a esto le sumamos la falta de alfabetización de la época, no había demasiadas opciones. Por ello, al igual que sucede hoy en día con los deportes, había que buscar una señal visual que sirviera como identificador. Así, apoyándose en la heráldica, se empezaron a confeccionar los blasones o escudos de armas.

La heráldica: el arte del blasón

Según la RAE, la heráldica es el arte del blasón. Es decir, es la expresión artística que describe gráficamente los escudos de armas de una localidad, dinastía, familia o institución. Para ello no se usaban diseños aleatorios, sino que cada elemento que conforma el escudo se elegía a conciencia por su significado.

Este lenguaje se desarrolló en Europa durante la Edad Media (siglos XI – XII) y fue incorporando poco a poco al conjunto de la sociedad. Y es que, ¿quién tenía un DNI en esa época?

Es más, los blasones empezaron a heredarse dentro del mismo linaje, decorando desde armas hasta joyas. Con ello, se identificaban a familias enteras bajo el mismo blasón, a la vez que se mostraban los logros de la estirpe. En definitiva, era un indicador de poder y prestigio.

Por todo ello, la importancia de este lenguaje no es baladí. De hecho, la heráldica está admitida dentro de las ciencias anexas de la historia. Pero descubramos un poco más.

¿Qué tipos de heráldicas hay?

Si bien es cierto que los escudos heráldicos están muy ligados a los ejércitos y sus héroes, no fueron los únicos en apoyarse en este método de comunicación no verbal. Tanto es así que desde el portal Heráldica Hispánica las clasifican en seis tipos:

  • Heráldica gentilicia: identifica a los individuos, familias o linajes. Los clásicos escudos de los apellidos.
  • Heráldica civil: referida a las entidades territoriales. Es decir, el escudo de nuestro pueblo y del país.
  • Heráldica corporativa: representa a entidades, públicas o privadas, de carácter civil. Están en este tipo desde las universidades hasta los clubes deportivos.
  • Heráldica eclesiástica: referidas a las personas, instituciones y entidades de la Iglesia.
  • Heráldica militar: identifica a las instituciones, entidades y personas dentro del sector militar. Podemos verlos, por ejemplo, en las Fuerzas Armadas, Guardia Civil o Unidades militares del Estado.
  • Heráldica industrial: de marcas o productos elaborados por las empresas. Encontraremos algunos ejemplos en ciertas marcas de coches (Ferrari, Cadillac) o bodegas de vino.

¿Cómo interpretar un escudo heráldico?

¿Pensabas que los escudos heráldicos eran cosa del pasado? ¡Sorpresa! Eso sí, a día de hoy algunos han caído en desuso, como es el caso de los relativos a las personas. Más allá de la nobleza y los curiosos que busquen el escudo de armas de su apellido, pocos estamos al tanto de si contamos con emblema familiar.

Aún con ello, vamos a ver cómo interpretar un escudo heráldico en base a sus cinco partes básicas:

Forma del escudo

De los elementos de heráldica, lo primero que debemos observar es la propia forma geométrica del escudo. Existen diferentes tipos y, hasta donde se ha podido estudiar, no ha habido ningún país u época en el que se haya empleado un estilo concreto de forma estandarizada.

Campo y particiones

Con la forma clara, pasemos a lo que hay sobre el propio escudo. Esta parte se llama campo y puede tener (o no) particiones. Estas particiones pueden dividir el escudo en hasta 9 zonas o cuarteles.

Las particiones tienen también diferentes tipos: en diagonal (tronchado o tajado, según la dirección), de arriba abajo por la el centro (partido), mismo corte que el anterior pero en horizontal (cortado), en cruz (cuartelado). En definitiva, el diseño se puede complicar tanto como el artista quiera. Por ello, es importante saber cada parte en la que se divide el campo debe tener un esmalte diferente, de modo que quede bien diferenciada.

Esmaltes o colores heráldicos

La pintura que decora el campo no es casual. Cada tono comunica, ya que tiene un significado bastante concreto, por lo que prestemos atención a lo que nos está diciendo el blasón.

esmaltes heráldicos

Para empezar, debemos saber que existen colores propiamente dichos y los que se denominan metales. Por lo cual, nos queda la siguiente clasificación:

  • Metales
    • Oro: representa la riqueza, la nobleza y lo divino. También se emplea el amarillo para representarlo.
    • Plata: simboliza la fe, la pureza y la firmeza. Se utiliza el blanco como sustituto.
  • Colores:
    • Gules (rojo): representa fortaleza, dominio y victoria.
    • Azur (azul): representa la justicia, la obediencia, la lealtad y la inteligencia.
    • Sinople (verde): es el símbolo del respeto y la grandeza.
    • Púrpura: representa la armonía y el poder supremo.
    • Sable (negro): significa prudencia, modestia y renacimiento.

A estos 7 colores se pueden sumar los tonos naturales para la representación de plantas, animales o construcciones. Queda claro que la simbología heráldica es extensa, y eso que solo hemos visto la mitad de elementos.

Figuras heráldicas

Cuando hablamos de las figuras heráldicas su significado es la clave para entender el blasón. Y es que bajo este nombre se esconden los objetos que ponemos sobre el campo.

Existen cuatro tipos diferentes:

  • Piezas honorables: son representaciones geométricas. Entre ellas encontramos, por ejemplo, el «palo», que simboliza la lanza del caballero; o el «chevrón», que es símbolo de protección y conservación.
  • Naturales: engloba a los animales, las plantas, los astros y las figuras humanas.
  • Artificiales: castillos, herramientas, coronas…
  • Quiméricas: son animales fantásticos como dragones, sirenas, grifos…

Lógicamente, la posición y tamaño de estos elementos dentro del escudo es importante. ¡Nada se deja al azar! Pero dejaremos este tema para otra ocasión.

Ornamentos exteriores al campo

Para finalizar, los escudos heráldicos cuentan con ornamentos exteriores. Existen nueve tipos: timbre, cimera, lambrequines, insignias, divisa, condecoraciones, soportes y tenantes.

¿Todos tienen significado?  ¡Por supuesto!  Con ellos se suele indicar el rango, cargos o funciones del poseedor. Por ejemplo, el timbre se coloca sobre el escudo para indicar el grado nobiliario. Los podemos encontrar siempre en las heráldicas de la armería municipal para distinguirlos de las personales.  Son, concretamente: tiara, capelo, corona, birrete y yelmo.

En definitiva, todo un lenguaje iconográfico con el que quedaba retratado al portante, algo realmente útil en plena batalla y que hoy se mantiene. Eso sí, la heráldica como lenguaje ha perdido fuelle, ya que pocos somos los que sabemos hacer una lectura correcta de los escudos. No obstante, existen auténticos expertos en la materia que bien nos pueden traducir la heráldica de nuestro apellido.

Acerca del autor

Teresa Belaire

Licenciada en Comunicación Audiovisual y con un máster en guion de cine y televisión, es especialista en escribir historias. Como responsable de contenidos de Ontranslation, escribe sobre traducción, cultura y ecommerce como si desarrollara la biblia de su próximo largometraje.

5 respuestas a “Escudos heráldicos: el lenguaje visual para la batalla”

  1. MARIA MERCEDES PEDRIDO FERNANDEZ dice:

    Buenas tardes. Es un tema apasionante
    Quisiera saber si PEDRIDO tiene otros escudos y en caso afirmativo, a cual región pertenecen.
    Conozco el de A Coruña con sus cinco feudos.
    Saludos desde Montevideo, Uruguay.
    Muchas gracias!

    • Teresa Belaire dice:

      Hola, María Mercedes:
      En primer lugar, gracias por tu comentario.
      Tal y como nos dices, la heráldica es un tema apasionante, pero inabarcable para nosotros. Sentimos no poder ayudarte con algo tan específico.
      ¡Un saludo!

  2. Enrique Monge dice:

    Saludos:
    Me encanta esta simbología y no pierdo la oportunidad, de las pocas veces que puedo. Intentar descifrar los signos que los escudos llevan. Solo un ejemplo. he estado visitando la ciudad de Écija, último pueblo de Sevilla hacia Córdoba. En una misma calle encontré dos escudos creo, que de dos caballeros, por el casco sobre el Blasón. La pregunta me surgió, al ver dos ángeles a cada lado y bajo ellos, unos con trompetas y otros con espadas en las manos. No fui capaz de comprenderlos ante el gran despliegue de signos en ellos, aunque me resultó emocionante intentar saber sobre estos escudos. Creo que encerraban una gran historia. Gracias y saludos.

  3. alberto montalvo dice:

    Saludos:

    Estoy creando un escudo para un distintivo y quería saber que mueble representa la dirección, referido en terminos de gestion.

    Muchas gracias y un saludo

    • Oscar Nogueras dice:

      Buenas tardes, Alberto.
      Antes de nada, gracias por contactarnos.
      Lo hemos revisado pero desconocemos este dato. En el caso que lo consigamos, contactaremos contigo por email.
      Mientras tanto, no dudes en revisar otras publicaciones de interés en nuestro blog.
      ¡Un saludo!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

POSTS RELACIONADOS

+ Ver todas las publicaciones