Las faltas de ortografía en los medios de comunicación tienen cura
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La coma es el signo de puntuación que más sufre. Poca gente sabe cómo usar la coma de manera adecuada. Muchísimas veces la pobre está donde no se espera que esté, o al revés, no está donde tendría que estar estar (como también ocurre con el guion). Esto salta a la vista cuando leemos un texto (¡sobre todo a quienes nos dedicamos a esto de la revisión!). No tener claro el uso de la coma es un problema. Si no las colocamos bien, podríamos llegar a decir cosas que no queríamos, o conseguir que nuestro público no nos entienda, por ejemplo.
Hoy os hablaremos de algunos usos incorrectos de este signo que solemos encontrarnos al hacer revisiones, además de recomendaros algunos recursos muy útiles para utilizar los signos de puntuación, ¡que no os digan que no sabéis como usar la coma decentemente!
Las dos unidades más famosas de la gramática se quieren. Saben que no son nada la una sin la otra, y por eso les encanta ir juntas. Poner una coma entre un sujeto y un verbo es separar una pareja; en definitiva, hacer el mal. Es un error común de quienes no saben muy bien cómo usar la coma (y saben poco o nada del amor…), motivado por el hecho de que en el discurso oral en ocasiones se hace una pausa entre estas dos unidades de la oración.
En el texto escrito nunca debemos poner una coma entre sujeto y verbo. Lo más habitual es encontrárnosla tras un sujeto complejo: será raro encontrarnos un «Juan, vio al perro de Pablo» (a todo el mundo le suena mal, eh), pero no «El niño que miraba por la ventana el sábado, corría calle abajo». Aunque el segundo no nos choque tanto, ambos usos son incorrectos, ¡mejor evitarlos!
La coma también desaparece muchas veces de los lugares en los que debería estar. Nunca está en su sitio, pobre… Casi nunca la vemos aparecer para separar los vocativos. ¿Que qué son los vocativos? Son las palabras que utilizamos para dirigirnos a la persona con la que hablamos, como cuando decimos su nombre o utilizamos un sustantivo o un pronombre (el epígrafe de este párrafo es un buen ejemplo). Solemos encontrarnos con que mucha gente no sabe cómo usar la coma al inicio de un correo electrónico.
Cuando nos dirigimos a alguien por su nombre y le damos los buenos días, debemos poner una coma entre ambas fórmulas. Así, debemos decir «Buenos días, María» u «Hola, Antonio». Eso sí, ¡cuidado! Si empezamos con la fórmula más formal «Estimada Sara» no estaremos usando un vocativo, por lo que la coma no deberá utilizarse.
Por transferencia del inglés, muchas veces vemos que, en el saludo inicial, tras el nombre de la persona, la gente pone una coma («Estimado Juan,», por ejemplo). Esta convención es normal en muchas lenguas, no solo en inglés. En catalán o en francés es también la forma correcta de hacerlo. Como nos rodea este uso y vivimos en un mundo globalizado es lógico que se nos pegue. Por ahora, no todos los idiomas coinciden acerca de cómo usar la coma.
En castellano esta coma es incorrecta y deberemos usar los dos puntos. Ya sabéis, la manera adecuada de abrir un mail es «Hola, Isabel:» (sustituyendo «Isabel» por el nombre de la persona en cuestión, obviamente…). ¡Qué de cosas aprendéis con Ontranslation!
Esperamos que a partir de ahora tengáis más claro cómo usar la coma. Recordad, nunca separéis el sujeto y el verbo, utilizad coma siempre antes de los vocativos y olvidad a nuestra amiga al comienzo de un correo electrónico. ¡No te comas las comas (ni las pongas donde no toca…)!
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