¿Cómo utilizar el lenguaje inclusivo? Primeros pasos para lograrlo

Afortunadamente, el feminismo está cobrando cada día más importancia en nuestra sociedad y, como consecuencia, está en boca de todo el mundo. El género se debate y se cuestiona en ambientes de todo tipo: en el deporte, en la política, en el arte…

Y comienza a surgir por fin una voluntad por promover maneras de hacer igualitarias. También en nuestro ámbito, el de la lengua y la comunicación. El lenguaje inclusivo se abre paso (no sin voces detractoras, eso sí), y en Ontranslation es una cuestión que nos toca muy de cerca, pues somos un equipo de personas concienciadas con un mundo más justo.

Por eso hemos decidido contaros nuestra opinión sobre el lenguaje inclusivo y daros algunas instrucciones para desarrollar un discurso más igualitario (instrucciones que nos aplicaremos, por cierto, como propósito de enmienda).

 

¿Por qué es importante cuidar el lenguaje para el cambio social?

El lenguaje influye en nuestra manera de pensar, la lengua y la ideología se influyen constantemente (o, más bien, se construyen juntas). Al fin y al cabo, la lengua es la manera que tenemos que expresar tanto la realidad como el cómo la vemos y construimos.

Así, alguien racista, por ejemplo, hablará mal de las personas de otras razas y, a través del lenguaje, transmitirá prejuicios que pueden perpetuarse a través del lenguaje, al ser este una herramienta social.

La capacidad de la lengua para moldear la perspectiva de las personas es muy grande. Por ello, el uso de un lenguaje inclusivo se vuelve fundamental en el camino hacia una sociedad igualitaria que prescinda del uso prioritario del género masculino en sus discursos.

Si mantenemos la dinámica de utilizar un discurso que solo visibiliza el género masculino, esto significa que seguimos viendo el mundo desde una perspectiva poco inclusiva. Estaremos dando, en nuestro día a día, más importancia a cualquier aspecto, persona, etc. perteneciente a este género.

¿Qué es lenguaje inclusivo?

Hablamos de lenguaje inclusivo para referirnos a un uso de la lengua que tiene en cuenta a todas las personas que existen en una sociedad. Es un lenguaje que se identifica con una visión social de futuro, que busca, a través de la expresión, ser un elemento más que conduzca hacia un mundo más justo.

En nuestro contexto, este se suele relacionar al lenguaje que elimina el machismo como norma social. Es el que incluye a las mujeres en el discurso, en contextos en los que está invisibilizada. De manera más extensiva, podemos entender que el lenguaje inclusivo es aquel que elimina otros aspectos injustos de nuestra sociedad: el racismo, la homofobia o la discriminación por discapacidad.

 

¿Cómo utilizar un lenguaje no sexista?

Actualmente, el debate lingüístico se centra principalmente en la flexión de género (esto es, la o y la a que hacen que palabras como niño y niña tengan género). Para estos casos, el lenguaje inclusivo de la RAE, así como el de otras instituciones afines como la Fundeu, acepta el masculino genérico. Desde la academia defienden que sirve para designar ambos géneros, el masculino y el femenino, y opinan que el doblete va en contra del principio de economía del lenguaje.

Y aunque nuestra profesión nos hace depender (en cierto modo) de lo que diga la Academia, existen recursos para utilizar un lenguaje no sexista en la flexión de género y, en definitiva, regatear las restricciones.

Un ejemplo es la del uso de sustantivos colectivos o abstractos genéricos en lugar de plurales: el alumnado en lugar de los alumnos, o la redacción en lugar de los redactores.

Al utilizar un sustantivo genérico, nuestro cerebro asume automáticamente que todo el mundo está incluido. Pensemos en una frase como todos los alumnos llevan pantalón frente a todo el alumnado lleva pantalón. En la primera podemos pensar algo así como las alumnas llevan falda, algo que no ocurre en la segunda.

 

Lenguaje inclusivo no binario: más allá de la heterosexualidad y el binomio hombre-mujer

Otra cuestión muy importante que no se nos debe escapar es la de tener en cuenta todo tipo de relaciones afectivas y perspectivas de género. Así, es mejor hablar de cónyuge que de marido o mujer cuando desconocemos la orientación sexual de una persona (sin que eso signifique que sea de nuestra incumbencia).

Respecto a esto, tampoco sabemos si las personas con las que hablamos se identifican con el dualismo de género, por lo que es mejor hablar de personas que de hombres o mujeres. Al menos, así es recomendable hacerlo si no conocemos a la persona con la que estamos hablando.

Sobre este asunto tenemos un post más detallado, en el que, además, incluimos un glosario de palabras que debes conocer sobre el entorno LGTBIQ+. Puedes leerlo aquí, para adquirir una perspectiva más extensa.

Un último apunte lo encontramos en la evidencia (aunque muchas veces lo pasamos por alto): ¡si quieres utilizar el lenguaje inclusivo olvídate de palabras ofensivas como puta, marica, travelo, etc!

 

¿Qué es el lenguaje no racista?

El racismo es otra de las creencias a superar de nuestro tiempo. Este podría describirse como una discriminación por el lugar de origen, color de piel o etnia de una persona. Y, lógicamente, también está en el lenguaje.

Intentar no utilizar expresiones que excluyan a personas con estas características, o que sean discriminatorias con ellas, es también parte de un lenguaje igualitario. Si quieres profundizar en este asunto, te invitamos a visitar nuestro post en el que explicamos el lenguaje no racista y cómo eliminar el racismo de nuestra expresión.

 

Incluir a través del lenguaje es un grano de arena que debemos aportar

El lenguaje inclusivo es un recurso fundamental para alcanzar una sociedad más justa, y está en nuestras manos utilizarlo. Acordaos de seguir estos pequeños consejos y seguro que conseguiréis vuestros discursos sean más igualitarios. ¡Esperamos que os haya sido útil este post!

Acerca del autor

Oscar Nogueras

Es el CEO de Ontranslation y dedica algunos ratos libres a escribir en este blog para compartir sus conocimientos sobre internacionalización, cross-border ecommerce y Traducción SEO. No es para menos, ya que entre su formación cuenta con una licenciatura en filología inglesa, un máster en tradumática, un posgrado en elearning y un MBA. En definitiva, una declaración de intenciones donde la cultura y los idiomas se sirven mezclados, no agitados.

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