¿Cómo usar el punto y coma en español?

A muchos se les ha olvidado cómo usar el punto y coma. Y es que es el signo más olvidado de nuestra ortografía. Cada día lo vemos menos, y su uso decae como el del papel o las máquinas de escribir. Sin embargo, la utilidad del punto y coma sigue vigente hoy en día. Pero siempre nos asaltan dudas sobre cuándo utilizar este signo de puntuación.

Desde Ontranslation no sabemos por qué se utiliza el punto y coma cada vez menos, ¿será que nos hemos vuelto un poco vagos? ¿Hemos perdido el gusto por la variedad y el estilo? Sea como fuere, lo queremos recuperar, así que vamos a repasar todos los pormenores de este signo. ¡Punto y coma is back!

[bctt tweet=»¿Sabíais que el plural de punto y coma también es punto y coma? ¡A poner muchos punto y coma por el mundo! #puntoycoma #estilo #español #revisióndetextos» username=»on_translation»]

Origen del punto y coma

El punto y coma se extendió con la revolución comunicativa que supuso la imprenta a nivel mundial. Aldo Manucio, impresor italiano importantísimo del siglo XVI (por cierto, inventor también de nuestra querida letra cursiva) lo popularizó como «semicolon», nombre que aún conserva en inglés. Era un símbolo por debajo de los dos puntos (colon, en inglés). Sin embargo, ya existía en la Antigua Grecia, en el que se utilizaba como símbolo de interrogación de cierre.

En España, fue Juan Felipe Mey, en 1606, quien lo introdujo, con el nombre de «colon imperfecto». Eso sí, tardó en implantarse ya que fue difícil delimitar sus usos, intermedios entre la coma y los dos puntos; y entre la coma y el punto.

 

¿Cuándo utilizar el punto y coma?

Varios siglos después, estos usos están bien delimitados, aunque parece que se nos están olvidando. Os recordamos las situaciones en las que deberíamos utilizarlos.

Separar oraciones

Cuando tenemos dos oraciones largas, que no tienen una relación explicitada a través de una palabra que hace de nexo entre ellas (una conjunción como «y», por ejemplo, o una preposición), utilizamos el punto y coma. Vamos con el ejemplo:

Siempre había querido ser una estrella, tener notoriedad; para conseguirlo no tenía otro camino que el de darse a conocer en Internet.

Vemos que aquí el punto y coma podría sustituirse fácilmente por una conjunción. Tenemos ambas opciones, y el estilo comunicativo cambia un poco. ¡La decisión en este caso es de estilo!

Separar elementos de una enumeración que ya llevan comas

A veces enumeramos enumeraciones. Ya, suena a trabalenguas, pero visto en un ejemplo vais a entender a lo que nos referimos:

Compró pan, leche y tomates en el mercado; aguja e hilo en la mercería; lápiz, papel y goma en la papelería y unas medicinas en la farmacia.

No es tan raro encontrarnos algo así, ¿verdad?

Y aquí el punto y coma es insustituible. De cara a la fluidez del texto, es el único que funciona: la coma nos haría perdernos, y el punto lo haría demasiado pesado por las excesivas pausas. ¡Si es que nos tiene enamorados este signo de puntuación!

Separar elementos en una lista que empiezan por minúscula

A veces, el punto y coma se utiliza en elementos de una lista cuando estos están relacionados entre sí. Solemos encontrar este uso de los punto y coma en ensayos académicos:

Los afijos pueden ser de tres tipos:

– Sufijos;

– infijos;

– prefijos.

Esto es una mera cuestión estilística. Las listas ayudan a ordenar nuestra mente, y aunque estos elementos podrían ponerse en una oración normal, separados por comas, ponerlos así ayuda al lector a fijar conceptos importantes. En este caso, la convención, como vemos, es usar el punto y coma.

Entre dos oraciones completas relacionadas entre sí y separadas por una conjunción

A veces, dos frases largas y completas se gustan. Y es ahí donde el punto y coma une lo que el punto separa. Sí, en este caso pueden utilizarse los dos signos, pero de nuevo está bien conocer las opciones. It’s all about style!

Viajar por el mundo con los ojos bien abiertos; y hacer música cada día de la semana.

Nos hemos puesto motivacionales, ¡no podía ser de otro modo! Ya veis que podíamos poner un punto entre las dos oraciones. Pero no queda igual de bonito, ¿verdad? O tal vez a vosotros os parezca que sí. Que sobre gustos no hay nada escrito.

 

El estilo es la clave para saber cuándo debemos usar el punto y coma

Ya os he repasado las situaciones en las que el punto y coma hace su estelar aparición. Y ya habéis visto que la mayoría son opcionales. Nuestra recomendación es la siguiente: allí donde la coma os parezca poco y el punto demasiado, haced que se casen. ¡Ya sabéis cómo usar el punto y coma!

Al fin y al cabo, para eso los signos de puntuación nos sirven para dar estilo a nuestro discurso escrito. Siempre analiza cómo quieres expresarte, y a partir de ahí toma la decisión. Si no te queda claro, fácil. ¡Recurre a este post! Ya puedes ir guardándolo en favoritos.

Si aun así te quedan dudas, contacta con traductores profesionales que podrán ofrecerte una revisión profesional de tus textos. Un profesional experto en revisión y corrección sabrá cuándo debe ponerse qué signo de puntuación. ¡Ellos no necesitan leerse esto!

También, si necesitas algunas herramientas para asegurarte de que tu ortografía y la gramática de tus textos está OK, no te pierdas este post.

Acerca del autor

Oscar Nogueras

Es el CEO de Ontranslation y dedica algunos ratos libres a escribir en este blog para compartir sus conocimientos sobre internacionalización, cross-border ecommerce y Traducción SEO. No es para menos, ya que entre su formación cuenta con una licenciatura en filología inglesa, un máster en tradumática, un posgrado en elearning y un MBA. En definitiva, una declaración de intenciones donde la cultura y los idiomas se sirven mezclados, no agitados.

3 respuestas a “¿Cómo usar el punto y coma en español?”

  1. Giuliano dice:

    ¡Bellísimo!

    • ontranslationAdmin dice:

      Muchas gracias, Giuliano. Un saludo de parte de todo el equipo.

  2. leidy dice:

    El mono narigudo es una especie de primate de la isla de Borneo en el sureste
    asiático tiene un aparato digestivo único que le permite utilizar las hojas como su
    fuente de energía El mono se alimenta de tallos y hojas el noventa y cinco por ciento
    de la dieta se compone de hojas de los árboles de mangle

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