Una historia de la traducción audiovisual

Hablar de la historia del cine implica hablar de la historia de la traducción audiovisual. De hecho, si no fuera por las traducciones, el séptimo arte no hubiera podido avanzar al ritmo que lo ha hecho.

En este post hacemos un repaso por los momentos clave entre cine y traducción, que os prometemos que va más allá de las traducciones chapuceras de algunos títulos.

Los primeros subtítulos del cine mudo

La historia de la traducción audiovisual da comienzo con el cine mudo. En este periodo en el que las películas eran más semejantes a las obras de teatro, los interludios eran el medio a través del cual nos llegaban los diálogos.

La elección de la tipografía remarcaba el tono y entonación de la frase, algo que también se enfatizaba con la música en directo que acompañaba a las imágenes.

Lógicamente, en el momento que se quisieron mostrar los films en otros países o a personalidades extranjeras, esos rótulos debieron traducirse. Nacen así los que podemos considerar los primeros subtítulos asincrónicos de la historia.

El cine sonoro: de los interludios a la voz sincronizada

Aunque el cine mudo se fecha hasta 1929, el séptimo arte dio un salto importante en 1927 con la película The Jazz Singer.

El largometraje de Crosland fue el primero que se grabó (parcialmente) con sonido sincronizado. En concreto, sonido de ambiente y un par de minutos de diálogos. El resto de líneas de texto se siguió mostrando en los interludios, pero fue suficiente como para que los visionarios del sector vieran el potencial del sonido.

Pero ¿ podemos decir que el salto del cine mudo al sonoro fue cosa de dos años? Lo cierto es que la historia de la traducción audiovisual nos deja una buena colección de momentos surrealistas por parte de los estudios en cuestión de muy pocos años.

El doblaje in situ de Hitchcock

La primera parada en esta historia que une cine y traducción la hacemos en 1929, cuando el cine sonoro ya es una realidad. Ahora bien, con la llegada del audio surge un gran problema: las voces de los actores.

El Star-system de los años 20 se caracterizaba por actores guapos que sabían moverse ante la cámara como nadie. Pero ¡ay cuando hubo que escuchar sus voces! Las malas dicciones y las voces estridentes fulminaron a un gran número de los rostros más conocidos. Por no mentar a los que no hablaban el idioma correctamente y no encontraron papeles que encajaran con su acento.

Pero donde otros ven problemas, Hitchcock siempre encuentra una solución. De hecho, aportó una nueva muesca en la historia de la traducción audiovisual: el primer doblaje in situ.

Es decir, Alfred decidió mantener ante la cámara a su estrella, pero contratar a otra actriz para ponerle voz. Así, durante el rodaje de Blackmail, el rey del suspense mantenía a ambas actrices en el set para poder grabar imagen y sonido a la vez.

Con esta rocambolesca estrategia, el londinense ofreció la primera película sonora del cine británico. Eso sí, la versión muda (se grabaron y estrenaron ambas) tuvo mayor repercusión en la época.

La subtitulación en el cine sonoro

Cualquier expresión artística exige ser mostrada y el cine no iba a ser menos. Pero con el sonido llega la complejidad de exportar las películas a países que no comparten el idioma.

Y es que no es lo mismo, tanto a nivel técnico como de coste, traducir los interludios que todos los diálogos sincrónicos que conforman un largometraje. No obstante, si por algo se llama séptimo arte es porque recursos artísticos nunca han faltado.

Así, la siguiente muesca en esta breve historia de la traducción en el cine llega con la primera subtitulación, la cual data de 1929 en la película The Jazz Singer. El film, que ya había triunfado por ser el primero en estar rodado con sonido, se quiso mostrar en Francia.

Para que el público francés  acudiera a las salas, era necesario traducir los diálogos. ¿Solución? ¡Subtitularla!

Versiones multilingües, lo más loco en la historia de la traducción audiovisual

El principal problema de la subtitulación es que no es una técnica que atraiga a las grandes masas. De hecho, en el cine mudo se hizo popular la figura de «el explicador», que se encargaba de ir narrando qué sucedía, de modo que los que no supieran leer pudieran seguir la trama.

Por ello, es normal que el doblaje se impusiera en muchos países. Pero antes de llegar a esta técnica, se buscaron otras alternativas con las que solventar el problema de los idiomas.

La propuesta más loca fue apostar por versiones multilingües. Esto significa, básicamente, regrabar las películas con actores diferentes para conseguir el largometraje en diferentes idiomas. Un ejemplo de ello es Drácula (1931), que excepcionalmente consiguió mejor valoración la versión española que la americana original.

Pero el público, en general, no aceptó el juego. La audiencia quería su Star-system, los rostros populares, las actuaciones brillantes. Así pues, Paramount, quien construyó unos estudios en Europa específicamente para generar estas versiones multilingües, los transformó en estudios de doblaje.

El doblaje: la solución que cuajó en gran parte de Europa

Mientras en Francia se debatían entre las versiones multilingües y la subtitulación, en Alemania estrenaban la primera película doblada de la historia. En concreto, en 1928 se presenta The Night Flyer doblada al alemán gracias a la técnica de Edwin Hopkins y Jacob Karol, que separaron la banda de imagen de la de audio, para modificar únicamente la segunda.

La apuesta fue tan bien recibida que un año después se estrenó Río Rita doblada al español en nuestro país, aunque el acento latino de muchos actores no acabó de cuajar demasiado. Tanto es así que muchos textos dan como primera película doblada al español Desamparados (1931).

La traducción, herramienta necesaria para exportar las películas

Cine y traducción deben ir de la mano. Independientemente de si preferimos el doblaje o la subtitulación, la industria requiere de la traducción audiovisual profesional para poder vender los films por todo el mundo.

Ahora bien, existen géneros más complejos que otros. Por ejemplo, los chascarrillos y alusiones a personalidades y eventos locales son habituales en los guiones de comedia. Pero ¿funcionan si no entendemos estos referentes? Obviamente, no.

Por ello, el trabajo del traductor profesional en este punto es necesario para adaptar culturalmente el largometraje, de modo que el espectador pueda entrar en el imaginario del guionista.

De igual forma, esta figura es imprescindible cuando se traducen obras procedentes de culturas muy diferentes a la nuestra. Un claro (y reciente) ejemplo lo encontramos en El juego del calamar, serie coreana que ha hecho que más de un profesional se lleve las manos a la cabeza al ver la diferencia entre la adaptación del doblaje, los subtítulos y el texto original. Tanto es así, que ya forma parte de la historia de la traducción audiovisual, aunque nada tan loco como las transcripciones de los vídeos que usó una cadena británica o algunas de las propuestas automáticas de YouTube.

En definitiva, queda patente que el séptimo arte no puede jugársela con traducciones automáticas y ligeras. La base cultural es imprescindible para una buena adaptación de cualquier película o serie, especialmente si tenemos en cuenta que hoy tenemos acceso (prácticamente) ilimitado a contenido de cualquier parte del mundo.

¿Necesitas traducir un vídeo corporativo? ¿Buscas una mejor locución de tus audios? ¡Podemos ayudarte! Escríbenos y cuéntanos tu idea.

Acerca del autor

Teresa Belaire

Especialista en comunicación y creación de contenido, Teresa combina más de 10 años de experiencia en redacción optimizada para SEO con una sólida formación en corrección profesional y analítica web. Ha colaborado con medios nacionales y proyectos digitales como HelpMyCash, desarrollando guías y artículos que aportan valor real a los lectores. Actualmente, en Ontranslation, lidera la estrategia de contenido multilingüe para marcas internacionales, destacándose por su capacidad para investigar en profundidad y crear textos claros, precisos y enfocados en la experiencia del usuario, fortaleciendo la confianza y autoridad de cada proyecto que gestiona.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

POSTS RELACIONADOS

+ Ver todas las publicaciones