El idioma chino, el idioma inventado que domina el mundo

El idioma chino es de los más hablados del mundo. No es de extrañar, ya que su población es enorme y sus ciudadanos han emigrado a todos los continentes, expandiéndolo como la pólvora. Pero ¿de qué idioma hablamos cuando hablamos del chino? ¿Qué lo caracteriza? ¿Estamos realmente ante el idioma del futuro? En este post hacemos un viaje (cortito) por la lengua del gigante asiático.

¿Cuál es el idioma más hablado en China?

Decir que el chino es el más hablado en este país resulta absurdo de primeras. Y es que ¿cómo podría ser de otra forma? Lo que sucede es que utilizamos el término «chino» para englobar todos los dialectos e idiomas que se utilizan en el gigante asiático y aquí está la trampa.

Así pues, lo primero que debemos saber es que cuando nos referimos al idioma chino hablamos concretamente del mandarín, que se utiliza como lengua oficial y vehicular en todo el país. De hecho, podemos decir que es un idioma confeccionado para unificar la comunicación a nivel oficial de todo el país.

Dejamos este vídeo en el que se explica muy bien por qué el mandarín se considera el idioma oficial y en qué casos se utiliza realmente.

 

El mandarín, la lengua oficial

El cliente que quiera llegar al gigante asiático con su negocio debe tener claro que el idioma más hablado en China (y en el mundo) es el mandarín. Eso sí, este tiene hasta cuatro dialectos: el del norte, el del noroeste, el del sur y el del sureste, lo cual afecta más a la sonoridad que a la escritura. Y, lo que es peor, ¡pocos hablan la versión estándar que estudiamos los extranjeros!

Tal y como se recoge en el vídeo, el mandarín no tiene un origen natural. La necesidad de unificar criterios comunicativos en el gigante asiático dio paso a inventar este idioma. Algo similar al español neutro de las películas dobladas por Disney en nuestra infancia, que ni era mexicano, ni argentino, ni el español peninsular.

Debido a ello, en la actualidad lo podemos escuchar y leer en las televisiones y colegios, por ejemplo. De hecho, quien quiera trabajar en el ámbito de la comunicación debe examinarse de mandarín neutro. Sin embargo, la población más adulta no utiliza la versión que se enseña y se mantiene en sus dialectos. ¿Hablamos los estudiantes internacionales un chino más pulcro que el propio asiático? ¡Parece que sí!

 

Idiomas y dialectos más utilizados

Para hacernos una idea, la República Popular China tiene más de 300 lenguas vivas. Eso sí, los lingüistas las han dividido en un máximo de 10 grupos, en los cuales encontraremos también subtipos gracias a los dialectos. En definitiva, ¡toda una fiesta!

Pero no solo existe esta dificultad. Para rizar el rizo, el idioma chino mandarín comparte hablantes con otros idiomas. Este es el caso del wu, el yue, el min y el xiang.

Adicionalmente, existen los dialectos, que se consideran así por tener una escritura similar al chino estándar y, por tanto, se pueden entender. En este grupo encontramos, por ejemplo, el cantonés, el shanghainés o el taiwanés.

Eso sí, no deja de ser curioso que oralmente no se asemejen en nada y, pese a ello, no quieran denominarlos idiomas. ¡Aquí la cultura es la que marca la tendencia!

 

¿Cuáles son las características del idioma chino?

Como hemos podido ver, hablar del chino es meternos en un buen jardín. Pero esta sensación que tenemos nosotros, también la tienen ellos. Por este motivo, decidieron hacer del mandarín su «lengua común» o 普通话 (Pǔtōnghuà). Así pues, si no fijamos en el putonghua, ¿qué lo caracteriza?

Una palabra, una sílaba

Lo que más nos aleja del idioma chino es que pueden representar todo un concepto o palabra con una sílaba. No existen las conjugaciones, los artículos, el género ni el número. Es, pese a su complejidad visual, un idioma simple.

Aunque basta el contexto para entender a qué se refieren, sí que matizan el tiempo verbal de los verbos. Para ello utilizan una partícula, lo que en nuestro idioma correspondería a un adverbio de tiempo.

 

Frases de estructura occidental

Viendo lo simple de las palabras, todo apunta a que la complejidad llegará en el momento de montar frases. Sin embargo, sigue el mismo estilo que muchos idiomas occidentales. Es decir: sujeto + verbo + complemento.

La principal diferencia con las frases en español (por ejemplo) es en el momento que debemos marcar un complemento de lugar o de tiempo. En este caso, los complementos preceden al verbo.

 

¿Cómo se escribe el idioma chino?

Lo primero que visualizamos al hablar del idioma del gigante asiático son sus caracteres y ¡no es para menos! La escritura de este lenguaje es tan artística como complicada. Y es que, si cada sílaba es un concepto, podemos decir que el chino no tiene un alfabeto, sino un conjunto de sinogramas. De hecho, estos pueden tener origen fonético o semántico.

Por otro lado, existen dos tipos de caracteres y esto es vital conocerlo en el momento que queramos traducir un texto a este idioma. Pero antes de entrar en detalles técnico, entendamos por qué existen dos modelos.

 

De la China rural a las ciudades

Si en la actualidad podemos acceder a dos tipos de escritura del mandarín es por facilitar la alfabetización de la población. Para hacernos una idea de la situación, hasta la creación de la República Popular China en 1949, la tasa de alfabetización rondaba el 20 %.

Con esta cifra, se decidió simplificar el sistema de escritura, de modo que fuera más accesible. De esta forma, en la segunda mitad del siglo XX, se eliminaron trazos de los caracteres tradicionales, además de sustituir las formas más complejas.

Eso sí, el uso de los caracteres tradicionales sigue presente. Tanto es así que si queremos vender cross-border en China, debemos saber que la traducción al mandarín nos interesará en:

  • Caracteres simplificados (o hans): para dirigirnos a los potenciales clientes de China, Singapur y Malasia.
  • Caracteres tradicionales: será nuestra elección si nos queremos centrar en el mercado de Taiwán, Hong Kong y Macao.

Ojo, si queremos dirigir nuestra comunicación a organismos institucionales u organizaciones internacionales, deberemos utilizar el chino simplificado en nuestras traducciones.

En definitiva, el idioma chino tiene mucha miga y para aprenderlo y entenderlo, no podemos separarlo de la cultura del país. Por eso, en este caso es especialmente importante el asesoramiento lingüístico y cultural si queremos exportar nuestros productos.

Acerca del autor

Teresa Belaire

Licenciada en Comunicación Audiovisual y con un máster en guion de cine y televisión, es especialista en escribir historias. Como responsable de contenidos de Ontranslation, escribe sobre traducción, cultura y ecommerce como si desarrollara la biblia de su próximo largometraje.

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