¿Cuánto cobra un traductor jurado? ¿Por qué?
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La adopción internacional es una de las formas más habituales en las que podemos ampliar nuestra familia en España. Sin embargo, el proceso puede resultar largo y tedioso.
En este artículo descubrimos desde los requisitos para adoptar y las diferentes etapas, hasta qué tener en cuenta a la hora de elegir el país de origen de nuestro futuro hijo.
La adopción de un menor, tanto de origen nacional como internacional, no está en manos de cualquiera. Cada Comunidad Autónoma exige unos requisitos para la adopción, aunque todas coinciden en que:
A esta base, se pueden sumar otros requisitos impuestos por los propios países de origen de los niños. Por lo cual, deberemos revisar bien cuáles son las condiciones de cada país para evitar solicitar un menor en un país donde no podamos cumplir con ellas.
El proceso para adoptar a un niño de otro país es una solución para muchas familias, ya que este proceso a nivel nacional tiene una larga lista de espera. En cambio, la alta natalidad de otros países, puede agilizar estas listas de espera.
Aun con ello, no debemos perder de vista que en este proceso entran en negociaciones dos países y toda la burocracia que les acompaña. Por lo cual, aunque las opciones de ampliar la familia aumentan a corto plazo, no debemos olvidarnos de que es un trámite que puede llevar años.
Para hacernos una idea, estos son los pasos a seguir:
Lo primero que debemos hacer es presentar la solicitud en el Servicio de Protección de Menores de nuestra Comunidad Autónoma. Esta debe ir acompañada de:
Una vez entregada esta documentación, es habitual que nos pidan asistir a una sesión informativa con otros solicitantes. Es importante acudir, ya que nos darán información importante para las siguientes fases.
Para obtener nuestro certificado de idoneidad, debemos hacer un curso y pasar varias entrevistas individuales en nuestro domicilio.
Adicionalmente, se valorará si somos idóneos teniendo en cuenta los requisitos impuestos desde el país de origen del niño.
Con todo ello, nos harán un informe social y psicológico en el que se determina si podemos seguir adelante con el proceso o no. Este documento tiene una vigencia de tres años y puede conllevar un coste.
Una vez tenemos nuestro certificado de idoneidad, solo nos queda elegir el país en el que queremos hacer la adopción y comenzar a tramitar el expediente.
Este proceso lo podemos hacer por nuestra cuenta (junto a un abogado especializado), con el apoyo de la Entidad Pública competente o a través de una Entidad Colaboradora de Adopción Internacional (ECAI).
Es importante saber que ciertos países exigen la intervención de la ECAI, por lo que debemos informarnos bien.
A partir de aquí, empieza la fase más larga del proceso. Esto se debe a que entra en juego los tiempos de la burocracia de cada país, así como la selección de la familia más adecuada para cada niño. Hablamos de que este proceso puede llevar entre 2 y 6 años, en función del país.
Una vez nos dan el visto bueno para un niño, nos tocará viajar hasta el país de origen para conocer al pequeño y que las autoridades pertinentes determinen si somos realmente los adecuados.
En caso de que nos den el visto bueno, solo queda inscribir al pequeño en el Registro Civil Consular desde el Consulado Español del país y volver a casa todos juntos.
Entre todos los pasos que hemos revisado anteriormente, nos hemos saltado intencionadamente uno: elegir el país de origen del niño. ¿El motivo? ¡Es más importante de lo que a simple vista parece!
De primeras, tal y como ya hemos ido dejando caer en puntos anteriores, cada país puede poner sus propios requisitos para adoptar a sus niños. Estos pueden ser tan determinantes como que solo permitan la adopción a matrimonios.
Pero más allá de cuánto se nos puede complicar el proceso de adopción entre requisitos o el dinero y tiempo invertido en viajes, existen otros temas más peliagudos.
Por ejemplo, es importante pararnos a pensar en el idioma del niño que llegará a nuestro hogar, así como su cultura. Esto no es un problema cuando hablamos de bebés, pero lo habitual es que el proceso se alargue lo suficiente como para que el niño crezca y que cuando llegue a España se encuentre con grandes diferencias culturales.
En definitiva, no pensar solo en las facilidades que ofrecen ciertos países en las adopciones internacionales, sino prepararnos para ofrecerle la mejor integración en nuestro país y cultura.
Tal y como hemos visto, adoptar a un niño de otro país es un proceso que exige una buena cantidad de papeleo. Obviamente, toda esta documentación debe traducirse por un profesional.
Pero no vale cualquier traducción. Dado que debe mantener su validez legal, en este caso debemos solicitar una traducción jurada, tanto del expediente de adopción como de todos los documentos que adjuntemos (certificados, informes…).
Desde Ontranslation podemos ayudarte con la traducción jurada de tus documentos para tramitar la adopción internacional de un niño. Pídenos información sin compromiso.
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