¿Es el idioma emoji un lenguaje universal que rompe las fronteras?

El lenguaje está en continua evolución y la tecnología también es responsable de algunos de sus cambios más recientes. Si hace una década nos hubieran dicho que hoy hablaríamos del idioma emoji no hubiéramos dado crédito. Sin embargo, aquí estamos, ante una nueva forma de expresarnos. Ahora bien, ¿podemos decir que es un nuevo lenguaje? ¿Es universal? Vayamos paso a paso.

¿Qué entendemos por el lenguaje emoticonos?

El uso masivo de los mensajes de texto dio paso al uso de emoticones, una combinación de símbolos que nos añadían un plus de información. Más concretamente, sumaban una imagen básica que añadía sentimiento al mensaje en nuestras comunicaciones más personales.

Así, los dos puntos y el paréntesis podían rematar cualquier mensaje con una sonrisa o una cara triste, dejando claro al remitente cuál era el contexto del mensaje.

La evolución de estos conceptos sencillos a los emojis llegó con WhatsApp de la mano de Unicode, quien se encarga de este nuevo lenguaje pictográfico. Y, evidentemente, la apuesta fue un éxito. Actualmente, su uso es universal, tanto para aligerar conversaciones, como para enfatizar o puntualizar el contenido del mensaje.

 

 

 Tipos de emojis

La demanda de nuevos emojis es ya una tradición: ¡nunca hay iconos suficientes! Y es que lo que empezó como una imagen con la que añadir un extra de información, ahora busca que todo el mundo se sienta representado. De esta forma, el muñeco (varón) amarillo ahora cuenta con su versión femenina, así como varias opciones de tono de piel y edad.

De igual manera, con cada revisión se intentan añadir nuevas banderas, animales o platos de comida populares por todo el globo. Para hacernos una idea, actualmente existen los siguientes tipos de emojis:

  • Smileys y personas.
  • Animales y naturaleza.
  • Comida y bebida.
  • Actividad.
  • Viajes y lugares.
  • Objetos.
  • Símbolos.
  • Banderas.

¿El idioma emoji es universal?

Internet y un lenguaje basado en imágenes: ¿estamos ante un idioma universal al alcance de cualquiera? ¿Podemos comunicarnos con cualquiera a base de estos iconos a todo color? Aunque nos encantaría decir que sí, la verdad es que el lenguaje de los emoticonos es bastante más complejo de lo que a simple vista parece.

Lo primero que debemos saber es que no todos vemos la misma imagen para el mismo emoticono. Usuarios de Android e iOS no compartimos representaciones, con lo que de primeras ya nos encontramos trabas para una interpretación lo más unánime posible.

Si bien es cierto que el diseño tras cada imagen es muy similar, los matices que apreciamos unos y otros hacen que la idea en torno a un pictograma denote una u otra idea.

 

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A este primer problema, hay que sumarle otro mucho más importante: la cultura. Y es que no todos otorgamos las mismas ideas a determinados símbolos o imágenes. Este es el caso del uso del dedo pulgar hacia arriba para indicar que todo está bien, que en Australia sería un gesto de muy mala educación.

Por lo tanto, actualmente podemos utilizar el idioma emoji como complemento a la expresión escrita. Es decir, como refuerzo de ideas o para dejar claro cuál es el tono con el que nos queremos comunicar.

 

Entonces, ¿no es posible hablar con emojis?

La evolución del lenguaje es evidente. Basta con echar un vistazo a cómo nos comunicamos en las redes sociales o, más evidente aún, cómo lo hacen las marcas con sus comunidades. Ahora bien, ¿significa que podemos llegar a un punto en el que sea normal hablar con emojis sin texto?

Lo primero que debemos tener claro es que podemos comunicarnos, pero no hablar como tal. Además, solo podremos hacerlo a través de un medio digital; es decir, no son presentaciones que vayamos a trasladar al papel.

Con esta base clara, reformulemos la pregunta. ¿Podemos comunicarnos a través de estos pictogramas sin necesidad de texto? Desde nuestro punto de vista, depende del contexto. Tal y como hemos podido ver, la interpretación que exige este idioma es muy subjetiva.

Por tanto, en un entorno profesional o en conversaciones con personas de otros países, no será la mejor opción comunicativa.

Sin embargo, sí podremos hacer uso de este lenguaje si la otra persona utiliza los mismos códigos que nosotros. Por ejemplo, con amigos y familiares con los que hemos establecido unas reglas o significados.

 

Problemas reales por el uso de los emojis

Tal y como sucede con el lenguaje no verbal, los emojis tienen muchas lecturas y no todas son bien recibidas. Tanto es así que un emoticono, dentro de un contexto de conflicto, puede interpretarse como una amenaza.

Hace unos años se renovó la imagen del pictograma del revolver por una pistola de agua. Lo que parecía una infantilización del icono, lo cierto es que buscaba reducir la carga violenta de la imagen, especialmente en países como Estados Unidos.

Por muy absurdo que nos pueda parecer, lo cierto es que este lenguaje ha llegado a los tribunales en más de una ocasión.

En Valladolid existe un caso de 2018 en el que se reclamaba la subida del alquiler de una máquina por haber utilizado el icono del pulgar hacia arriba en la conversación de WhatsApp en la cual se hablaba del uso que se había hecho de la misma (que era lo que determinaba el coste del alquiler).

Es decir, con esta imagen el propietario entendió que el arrendatario estaba de acuerdo con las horas que debía pagar. ¿Era eso lo que realmente quería decir?

Para la Audiencia de Valladolid, el emoji fue suficiente para expresar la aceptación de las horas que se iban a facturar.

 

Traducción emojis: la localización por bandera

Aunque el uso del lenguaje emoticonos se queda, principalmente, en contextos más informales, son muchos los que buscan una traducción emojis. Es decir, entender exactamente qué les están queriendo decir o encontrar los pictogramas que reflejan lo que quieren comunicar.

Dada esta «necesidad», a día de hoy existen varias aplicaciones que funcionan como traductores de emoticonos.

No obstante, como profesionales del sector, los tomamos como un recurso más enfocado al ocio.  Y es que si queremos traducir estos iconos, lo que necesitamos es una localización.

Es decir, en el idioma emoji deberemos tener en cuenta la cultura de origen y destino para dar la mejor traducción posible.

Acerca del autor

Teresa Belaire

Licenciada en Comunicación Audiovisual y con un máster en guion de cine y televisión, es especialista en escribir historias. Como responsable de contenidos de Ontranslation, escribe sobre traducción, cultura y ecommerce como si desarrollara la biblia de su próximo largometraje.

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