Posicionamiento web internacional: 5 consejos para internacionalizar tu negocio
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En un momento globalizado gracias a Internet, como es el actual, la traducción para importación y exportación se vuelve básica. Compramos y vendemos productos en mercados internacionales, y en estos mercados hay lenguas y culturas diferentes a la nuestra.
Tanto si somos nosotros quienes compramos como si recibimos productos de fuera, es importante cuidar la traducción. Eso sí, hay diferencias en la forma de entender nuestra comunicación internacional, te lo explicamos.
Nuestros textos son imagen de marca. Desde el email que enviamos a un cliente o proveedor hasta las fichas de productos en nuestro ecommerce, todo da una imagen de nosotros y de nuestra empresa que no debemos descuidar.
Así mismo, la comunicación con nuestras clientes o proveedores internacionales es fundamental. Una comunicación fluida es un plus que nos permite vender más en otros países, evitando malentendidos y asegurando que nuestros negocios internacionales llegan a buen puerto.
Eso sí, la comunicación internacional no es igual si somos nosotros quienes exportan o son ellos. Las necesidades cambian, y con ellas los puntos más importantes en los que debemos cuidar la comunicación. Al fin y al cabo, no es lo mismo ser quien vende que quien compra, ¿no?
Olvida la frase que dice que “el cliente siempre tiene la razón”. Nosotros preferimos ampliarla: “el cliente tiene la razón siempre y cuando se haga entender”. Y no es prepotencia de vendedor ni nada así. Es simple: si alguien no te comprende, difícilmente podrá satisfacer tus necesidades.
Hay varios puntos importantes que debes tener en cuenta de cara a la comunicación multilingüe cuando vayas a importar productos:
La otra cara de la moneda del comercio internacional es, lógicamente, la exportación de productos. Y en esta hay muchos más aspectos que tener en mente, ya que somos nosotros quienes vendemos. Aquí la máxima cambia: vuelve a ser que el cliente siempre tiene la razón, y punto.
Si nos aseguramos de comunicar con efectividad en los países en los que vamos a internacionalizar nuestros productos (ya sea haciéndolo directamente nosotros o a través de terceros) tenemos una buena parte del camino hecha. Igual que cuando importamos productos de otros países queremos entender (y debemos trabajar por hacerlo), cuando exportamos queremos que se nos entienda.
Si trabajas con terceros que distribuyen tu producto, asegúrate de dejar claros los límites y las pautas que tienen que seguir. ¿Cómo? Pues, evidentemente, en su idioma. Confía en un equipo de traductores o de intérpretes profesionales. Podrán comunicarse a la perfección con distribuidores locales, manteniendo la imagen de tu marca sin olvidarse de aspectos lingüísticos como culturales.
Y si es vuestra empresa quien vende directamente a otro país… ¡Enhorabuena, valientes! Os estáis embarcando en una aventura que, bien trabajada, seguro que dará sus frutos.
Si eres de los que venden productos a otros países sin distribuidor local, aquí varios consejos:
Si te diriges a diversos mercados con un idioma común, deberás tener en cuenta distintas variedades en tu traducción web (por ejemplo, en portugués a Brasil y a Portugal). Deberás adaptar los mensajes a cada variante del idioma, o al menos tratar de hacer la traducción lo más neutra posible. Cuidado con utilizar expresiones demasiado locales, si tu público es amplio. O las segmentas o las eliminas.
Confía en traductores expertos que sepan hacer una transcreación (o traducción creativa con sensibilidad al contexto y la cultura), que hagan que tus mensajes conecten con tu público. Además, contrata un servicio de redacción de contenido o de traducción optimizada para SEO y podrás posicionarte mejor en los buscadores internacionales.
Desde los manuales de instrucciones a los emails, pasando por los vídeos corporativos o un mensaje automático en el teléfono. Todo comunica una imagen de tu empresa.
Por eso, debes tener asegurado que cualquier canal de comunicación con tu público internacional está correctamente expresado, sin errores y sin herir la sensibilidad cultural.
Haz del customer experience tu máxima tanto en casa como en otros mercados, ya hemos explicado los beneficios que tiene en este mismo blog. Os refrescamos un poquito la memoria: un cliente contento es un cliente que vuelve, y que te recomendará a otros para que vengan.
¡Tus mensajes deben hacerles sentir como en casa!
Da igual si te dedicas a la exportación o a la importación de productos, cuida tu comunicación internacional para que sea fluida y efectiva. Si minimizamos cualquier malentendido en el proceso de compra, nos hacemos entender a la primera y conectamos con nuestros clientes internacionales en su idioma y teniendo en cuenta su cultura, tenemos la mitad del camino andado.
Una agencia de traducciones que conozca los mercados con los que te relacionas sabrá ofrecerte las herramientas para que, aunque seas extranjero, pases por local. ¡Confía en traductores profesionales que estén a la altura de tu gran aventura!
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