Traducción institucional: un trabajo invisible

La traducción institucional es muy importante en nuestro día a día, aunque no solemos ser conscientes de su existencia. Por ello, hoy dedicamos este artículo a revisar en qué consiste esta modalidad y sus características más importantes. ¿Podremos las agencias ofrecer este servicio de traducción de documentos o son demasiado especializados?

¿Qué es la traducción institucional?

Cuando hablamos de traducciones institucionales nos referimos a aquellas que se realizan en el sector público. Más concretamente, en organismos administrativos, tanto de ámbito nacional como internacional.

¿Qué tipo de textos se traducen?

Lo más habitual es que los textos sobre los que se trabaja sean de índole jurídica. No obstante, también nos encontraremos con temas sociales, médicos e incluso tecnológicos.

Por lo tanto, en función de la institución, el traductor trabajará sobre unas temáticas u otras.

¿Qué entidades la requieren?

Si son los organismos los que determinan los tipos de textos, ¿cuáles son las administraciones que pueden requerir de traducciones institucionales?

A gran escala, podemos toparnos con grandes instituciones, como la ONU o la Comisión Europea.  O en el ámbito nacional, los Ministerios de Exteriores e Interiores, así como el de Justicia también hacen uso de las traducciones gubernamentales.

Ahora bien, no hace falta irse muy lejos o apuntar a altos cargos. Actualmente, los ayuntamientos más pequeños también pueden requerir de los servicios de un traductor para hacer accesibles sus comunicaciones en las diferentes lenguas cooficiales.

 

¿Cuáles son las características de este tipo de traducción?

La principal característica de la traducción institucional es que es muy técnica. En ella se emplea un volumen alto de terminología específica, a la vez que se busca la neutralidad en el estilo.

De hecho, algunos documentos exigen mantener una estructura y fraseología concreta. Por lo cual, no es una traducción exenta de formalismos. Pensemos, por ejemplo, en la redacción de una sentencia judicial: sota, caballo y rey, no hay más. Pues la traducción debe ser exactamente igual.

 

 

Adicionalmente, hay que tener presente que ciertos documentos a traducir están vivos. Es decir, a lo largo del tiempo se van actualizando. Debido a ello, la traducción debe tener en cuenta todas las novedades sin perder en el proceso las antiguas referencias.

Es decir, la retraducción exige un alto nivel de rigurosidad por parte del traductor para no olvidar información a la par que evita que el texto pierda calidad.

Original vs. traducción: la importancia de evitar discriminaciones

Uno de los aspectos más relevantes de este tipo de traducción es que, en sendas ocasiones, se llega a considerar el texto traducido al mismo nivel que el original.

Este es el caso de algunos trabajos que surgen en la Unión Europea, en los que se evita dar importancia a un idioma sobre el resto.

 

¿Qué tipo de traductor puede encargarse de este tipo de trabajo?

Si nos planteamos introducirnos en el terreno institucional, debemos saber que la formación es primordial. Dada la complejidad de la materia que llegará a nuestra mesa, las instituciones exigen que tengamos vastos conocimientos en la materia.

Es más, en algunos casos nos encontraremos con que el puesto de trabajo solo se otorga si tenemos formación específica en el ámbito sobre el que vamos a traducir.

Ahora bien, que esto no nos eche para atrás. Si queremos un empleo traduciendo textos de carácter institucional, debemos poner nuestros esfuerzos en especializarnos en la rama jurídica, económica y científico-técnica.

Lo primordial para este tipo de trabajo es tener claro que no podremos tomarnos licencias estilísticas o creativas, algo que sí encontramos en la traducción literaria. Deberemos ser rigurosos y pragmáticos para ofrecer la versión más exacta del contenido original.

Y, obviamente, nuestras traducciones para empresas institucionales nunca irán firmadas con nuestro nombre. Por lo tanto, si esta es nuestra ilusión, más nos vale buscar oportunidades en otras áreas.

 

¿Puede una agencia hacer una traducción institucional?

Aunque las grandes organizaciones cuentan con su propio departamento para llevar a cabo las traducciones institucionales, las administraciones sí pueden buscar el apoyo de las agencias de traducción e incluso de freelances.

 

 

Es más, algunas entidades lanzan licitaciones internacionales y nacionales para llevar a cabo este trabajo. Por ejemplo, desde Ontranslation damos apoyo a administraciones y organismos que requieren traducciones profesionales de carácter jurídico o institucional.

En definitiva, aunque la traducción institucional se mueve en un terreno complejo donde se intenta priorizar que el trabajo quede en el propio organismo, algunos necesitan la ayuda de profesionales externos. Por ello, como traductores, siempre debemos apostar por una buena formación y reciclaje constante.

Acerca del autor

Teresa Belaire

Licenciada en Comunicación Audiovisual y con un máster en guion de cine y televisión, es especialista en escribir historias. Como responsable de contenidos de Ontranslation, escribe sobre traducción, cultura y ecommerce como si desarrollara la biblia de su próximo largometraje.

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