Las traducciones jurídicas y traducciones juradas no son lo mismo

Durante estos años, hemos podido comprobar que la similitud lingüística entre los términos «jurada» y «jurídica» causa un revuelo y una confusión sin precedentes entre las personas que quieren contratar servicios de traducción. Por mucho que a simple vista sus nombres se puedan parecer, las traducciones jurídicas y las traducciones juradas no tienen nada que ver.

Claro, esto resulta muy sencillo para nosotros, que nos dedicamos a esto desde hace tiempo y ya tuvimos que aprender la diferencia en su momento, pero precisamente por eso queremos explicárosla ahora a vosotros.

 

Las traducciones jurídicas son traducciones especializadas.

Es decir, corresponden a un campo de conocimiento determinado, en este caso el derecho y el ámbito legal. Por eso, quien las lleve a cabo debe ser un traductor especializado en el tema y con gran experiencia.

Tiene que conocer no solo la terminología y las peculiaridades propias del sistema legal del documento original, sino también la del sistema legal del documento que acogerá la traducción. Y todo esto sin tener en cuenta el conocimiento del idioma.

Leyes, citaciones, contratos, convenios, documentos de propiedad intelectual… todo esto (siempre que sean documentos sin firmar que no tengan ningún tipo de valor legal) entra dentro de lo que se consideraría documentos que necesitan una traducción jurídica.

 

La traducción jurada tiene validez legal

Entonces, las traducciones juradas, ¿qué son?, ¿no tienen nada que ver con el ámbito legal y jurídico? Pues no necesariamente, no es este uno de sus rasgos característicos. Lo que hace de una traducción una «traducción jurada» es su carácter oficial, que es otorgado por el propio traductor.

Las traducciones juradas son válidas para cualquier trámite con la administración del país de destino u otro tipo de organismo oficial.

Existen diferentes tipos de documentos legales que requieren de esta traducción para seguir manteniendo validez legal en otros países. Entre los que más nos llegan están:

  • Traducciones juradas de certificados académicos porque su universidad se lo había expedido en el idioma de su comunidad autónoma;
  • Traducción jurada de historiales médicos, como un caso que tuvimos de un cliente que necesitaba traducir su historial porque iba a vivir a otro país y su médico necesitaba conocer sus antecedentes.
  • Traducción jurada de registros mercantiles para empresas en proceso de internacionalización.
  • Traducciones juradas de certificados matrimoniales. Para que tu matrimonio sea válido en varios países.
  • Traducciones juradas de expedientes de adopción de mascotas internacionalmente. Si vas a adoptar un perro o un gato de otro país, deberás tener los documentos traducidos oficialmente.

Todos ellos son documentos que necesitan una traducción verificada y de la que se da fe de su fidelidad con respecto al original. Y que, como podéis observar, corresponden a ámbitos muy diversos.

 

Qué es un traductor jurado

Las tarifas de los traductores jurados son más altas que las de una traducción simple. Esto es completamente normal, ya que no cualquier traductor es jurado.

Para hacernos una idea, estos profesionales tienen que pasar un examen público para poder ejercer sus funciones, y solo pueden traducir a aquellos idiomas de los que se hayan examinado. En cambio, a diferencia de otros traductores, no tienen que ser necesariamente especialistas en el campo del documento que traducirán para posteriormente jurar.

Sin embargo, su responsabilidad es muy grande, pues, al dar garantía de la veracidad y fidelidad con el original (mediante sello) pueden afrontar responsabilidades penales por errores en la traducción, cosa que influye en el precio de este tipo de trabajos.

 

Traducciones jurídicas y traducciones juradas no son lo mismo

En resumen, estas son las diferencias más importantes entre una traducción jurídica y una traducción jurada. Obviamente podemos explayarnos más, pero no queremos aburriros y creemos que con esto hemos conseguido aclarar los conceptos.

Sea como fuere, en Ontranslation empresa de traducción os ofrecemos cualquiera de las dos, juntas o separadas. Además, siempre nos aseguramos de que lo que queréis decir es lo que estáis diciendo, para saber si necesitaréis un sello adornando vuestra traducción o no.

¿Cuándo fue la última vez que tuvisteis que recurrir a una traducción jurada? ¿Cumplió su cometido?

Acerca del autor

Oscar Nogueras

CEO de Ontranslation y Ontraining, Óscar es experto en internacionalización, Traducción SEO y comunicación intercultural. Con más de 14 años de experiencia, un máster en Tradumática y un MBA, combina su labor como consultor con la docencia en la UAB, donde forma a traductores profesionales en SEO y SEM. Sus estrategias y conocimientos ayudan a marcas globales a superar barreras culturales y alcanzar el éxito en mercados internacionales.

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