Servicio de traducción para el sector cervecero
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Traducir las cartas de restaurante no es tarea fácil. Hacerlo bien implica tener en cuenta muchos factores: desde el formato de la carta hasta el tipo de restaurante y el perfil de cliente que va a comer en tu restaurante.
Además, la gastronomía es uno de los asuntos en los que existe más variedad cultural: basta con cruzar una frontera para observar que la cultura culinaria cambia notoriamente. ¿Por qué es tan diferente la cocina del sur de Francia o la de Portugal?
Hoy os contaremos algunas de las recetas secretas de la traducción gastronómica. Veréis que como en cualquier tipo de negocio, es esencial tener en cuenta a quién te diriges a la hora de comunicar.
¡A los fogones!
Hoy en día, las cartas de precios de restaurante no solo se ponen en las mesas, cuando los clientes llegan a sentarse en un local. Encontramos cartas de restaurante QR o cartas de restaurantes online en Internet. La reputación en Internet es un básico, y en el sector de la hostelería más aún.
Los clientes de restaurante quieren saber a dónde van e incluso consultan los platos del día y el menú desde su casa. Si quieres llegar a un público internacional, tal vez debas traducir la web de tu restaurante al inglés, o al idioma mayoritario de tus clientes extranjeros, e incluir en ella un apartado con la carta. Así, las probabilidades de que escojan tu negocio de restauración aumentarán considerablemente.
Sea como sea, eso sí, actualiza el menú de comidas. Si tus platos cambian, no vale con tener la traducción de tu carta de hace un año para que los clientes se hagan una idea. Ser coherentes en nuestra comunicación nos hará destacar, en hostelería o en cualquier otro sector.
Valora poner la carta de tu establecimiento en Google My Business. Mucha hostelería se busca a través de Google (sobre todo, a través de Google Maps, por cercanía de allí donde vamos). Esta herramienta nos permite, entre otras muchas cosas, poner fotos de los platos de nuestra carta en varios idiomas. ¡La conversión está asegurada!
Imagina que eres tú el que viajas fuera de tu país, y encuentras dos restaurantes muy similares a priori. Uno tiene la carta de calle de restaurante en tu idioma y el otro no. ¿En cuál de los dos entrarías? Muy probablemente preferirías aquel en el que sabes que no vas a «comer a ciegas», ¿verdad?
Es vital hacer comprensibles los platos y bebidas que ofreces a los turistas que vienen de otros países, con otras culturas y que hablan otro idioma. Pero ¿puede hacer cualquiera este tipo de traducciones? Definitivamente no.
Olvídate de traducir tu carta con traducción automática. Si ya os explicábamos en otro post los desastres que puede causar la traducción automática, imaginad en uno en el que con tan solo saltar de Andalucía a Castilla-La Mancha la palabra gazpacho cambia radicalmente de significado… Mejor ni abráis Google Translate, en serio.
Busca en el traductor de Google «cocido andaluz» o «cocido zamorano»… Sí, los resultados son Andalusian cooked y cooked zamorano. Casi nada.
Precisamente, hace ya algún tiempo, Antena 3 nos entrevistó para hablar sobre la importancia de la traducción de cartas de restaurante y las traducciones automáticas de los menús de restaurantes elegantes y restaurantes de playa:
Traducir el menú de un restaurante requiere de un conocimiento muy amplio de la gastronomía y la cultura del país desde el que se realiza la traducción, así como del público objetivo del restaurante en especial.
Por este motivo, las traducciones de cartas de comidas suelen realizarlas traductores nativos que residen en nuestro país y que conocen a la perfección ambas culturas e idiomas. La cultura gastronómica de cada país es un mundo, y si además se trata de dos culturas lejanas (como podrían ser la cultura rusa o china y la española), traducir correctamente se vuelve bien complicado.
Además, lo habitual es trabajar mano a mano con el equipo del restaurante para el que hacemos la traducción. Siempre pueden surgir dudas, o preferencias de estilo. En cada lugar se le puede dar nombres diferentes a una misma comida. Puede ser que encontremos un restaurante de comida francesa donde el chef sea de otra nacionalidad. Esto es algo muy habitual, ¿no?
Justo hablamos con El Comidista sobre la importancia de la cultura en las traducciones gastronómicas.
Un asunto importante en la restauración es el tipo de público que visita un restaurante. No es lo mismo Burger King, que trata de que su whopper sea el mismo en cada restaurante a lo largo del mundo (y a donde los clientes van a buscar ese whopper), que un restaurante de alta cocina, donde se va buscando comer algo único.
Y entre estos dos ejemplos tenemos un amplísimo rango de clientes. Por eso, es importante saber quiénes son estos para hacer la traducción. Veamos algunos ejemplos:
Nada mejor que una descripción al lado del nombre de las comidas más típicas de nuestra gastronomía, en diversos idiomas, y hecha con un lenguaje claro y cercano. ¡Que todos entiendan que el salmorejo es más que una sopa fría (lo de si lleva o no pimiento… eso ya lo dejamos abierto)!
En este tipo de negocios el cliente busca conocer, culturizarse, no solo comer rico, por eso una explicación personalizada puede merecer la pena. (Por cierto, si necesitáis mejorar las habilidades en idiomas de vuestro equipo en hostelería, nuestros primos de Ontraining os pueden ayudar con sus cursos personalizados).
El turismo es vital en nuestro país, y representa casi un 15 % de nuestro PIB. Nuestros visitantes vienen atraídos, entre otras cosas, por la buena reputación de la cocina española. Esto los convierte directamente en promotores potenciales de tu restaurante a partir del boca a boca, o incluso de comentarios en espacios de Internet.
Así que no lo olvides: una perfecta presentación de los platos no es suficiente si la carta no es capaz de seducir al cliente. Y aunque aparentemente puede parecer algo nimio, no es suficiente con traducir solo la carta. También es fundamental estar actualizados, que lo que comuniquemos sea exactamente lo que ofrecemos (por ejemplo, tener el menú de Navidad actualizado y solo disponible en estas fechas). Y confiar en nuestro equipo para resolver cualquier duda.
Ofrecer las cartas de restaurante traducidas a varios idiomas debería ser la condición sine qua non para cualquier restaurante que tenga un público internacional y que pueda permitírselo.
Al fin y al cabo, no solo permite presentar lo mejor de uno mismo de cara a los clientes internacionales, sino que también hará una tremenda justicia a la labor realizada en la cocina.
¡En Ontranslation contamos con los mejores expertos en traducción gastronómica!
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Estoy muy de acuerdo lo que decís en vuestro artículo. Lo peor no es ya que los chiringuitos de playa tengan cartas mal traducidas, sino que lugares de mayor categoría, como por ejemplo el Lhardy, restaurante histórico de Madrid donde los haya, tenga una traducción tan horrorosa en su página web como ésta. Echad un vistazo porque vale la pena: http://lhardy.com/en/carta-de-lhardy
Aparte del desastre del menú, la página con la historia del restaurante está tan mal traducida que resulta totalmente incomprensible. Es una sarta de disparates que no tiene pies ni cabeza! !Una lástima para un lugar como el Lhardy!
Hola María. Antes de nada, muchas gracias por leernos y por tu comentario. 🙂
La verdad es que tienes toda la razón. Nos ha sorprendido muchísimo que este restaurante que comentas haya optado por la vía fácil (y barata, y errónea) de traducir su página con Google Translate. No deja de ser un ejemplo de que para ellos la comunicación no tienen ningún valor. 😮