La tradición de los huevos de Pascua: ¿marketing o cultura?

La tradición de los huevos de Pascua se está convirtiendo en una de las fiestas más populares del momento. Pero ¿en qué consiste exactamente y de dónde surge? En este artículo hacemos un repaso por la historia del huevo de Pascua. Además, echamos un vistazo fuera de nuestras fronteras para descubrir si en otros países también está presente este elemento durante la Semana Santa.

¿Cuál es la historia del huevo de Pascua?

Al igual que sucede con la fiesta de San Patricio, se podría pensar que estamos ante una festividad creada gracias al marketing, lo cierto es que el origen de los huevos de Pascua se remonta a la antigüedad. De hecho, está muy ligado a la Cuaresma. Pero vayamos poco a poco en esta historia.

Hasta el siglo XVIII, durante la Cuaresma no se podía comer carne, lácteos ni huevos. Debido a ello, y a que las gallinas no podían dejar de producir basándose en este calendario, había un excedente de este producto. Como consecuencia, se buscó una forma de evitar tirar los huevos no consumidos durante la Cuaresma.

La solución a este problema fue impregnar este alimento con cera. De esta manera, se podían identificar y consumir antes que los nuevos. Ahora bien, ¿podía una familia consumir toda la cantidad generada esos días? Todo apunta a que no. Por este motivo, cuando llegaba el Domingo de Resurrección, se empezaron a regalar cestas de huevos.

 

¿Desde cuándo se pintan los huevos de Pascua?

Aunque en los primeros años posiblemente solo estuvieran embadurnados en cera, desde la Edad Media se empezaron a decorar cada vez con más esmero. De hecho, existe la creencia de que las clases altas eran los que contaban con los huevos más vistosos, denotando así su estatus. ¿Conoces los huevos de Fabergé?

En cualquier caso, la cesta de huevos decorados se convertía en todo un regalo y una forma de celebrar el final de la Cuaresma.

 

¿Tienen un significado los huevos de Pascua?

Aunque la tradición de los huevos de Pascua parece que existe por la necesidad de no tirar la comida, ya que sería un pecado, siempre se puede rascar algo más. Y es que, casualidad o no, el huevo es un alimento que tiene su propia simbología.

Para muchas culturas, el huevo es símbolo de fertilidad y vida nueva. Este mismo significado lo tiene el conejo por su gran capacidad de reproducción desde el Antiguo Egipto. ¿Será casualidad que quien reparte los huevos (o los esconde, según el país) sea este animal?

«Muchos siglos antes del nacimiento de Cristo, el intercambio de huevos en el equinoccio de primavera, conmemorado el 21 de marzo en el hemisferio norte, era una costumbre que se celebraba al final del invierno», explicaba el monseñor André Sampaio Oliveira, doctor en Derecho Canónico, en una entrevista para la BBC.

En cualquier caso, no es de extrañar que, con los años, la simbología pagana acabara mezclándose con la religión. Así, la celebración de la primavera (nueva vida, fertilidad) y la resurrección de Jesús tengan los huevos entre sus símbolos.

 

De pintar huevos a las monas de chocolate

Ahora bien, ¿cómo hemos pasado de la versión con cera del origen de los huevos de Pascua a las monas de chocolate? ¿Qué nos hemos perdido? Lo cierto es que, una vez más, sorprende ver que hemos llegado hasta aquí de forma natural.

Tal y como recogen algunas fuentes, llegó un momento en el que los huevos empezaron a incluir ornamentación en relieve gracias a los frutos secos y el chocolate. El siguiente paso fue vaciar el huevo para hacer versiones de chocolate.

Eso sí, no fue hasta pasado el siglo XIX cuando nuestros vecinos franceses e ingleses vieron el potencial de moldear el chocolate y darle todo tipo de formas. Sin olvidarnos de las técnicas para que los nuevos dulces estuvieran huecos por dentro.

 

¿Existe la tradición de los huevos de Pascua en otros países?

En Ontranslation siempre nos gusta encontrar formas de mejorar los negocios de nuestros clientes y una de esas formas es entender la cultura de destino. Por ejemplo, aprovechar fechas señaladas como Acción de Gracias o Navidad pueden salirnos muy rentables si sabemos encajar bien nuestro producto. Eso sí, debemos tener claro que no en todos los países las fiestas se celebran igual. Basta con mirar la cantidad de personajes que forman parte del imaginario global de la Navidad, incluyendo a sus Majestades los Reyes Magos de Oriente.

Partiendo de esta base y viendo que la historia de los huevos de Pascua no es reciente y va ligada a la religión cristiana, ¿cómo se celebra en otras partes del mundo? Basta con echar mano de nuestro imaginario bien alimentado por el cine y la literatura para identificar otro tipo de festejos. A continuación recopilamos los más vistosos.

 

La búsqueda de los huevos de Pascua

En Inglaterra, la tradición de los huevos de Pascua es un divertido juego de «búsqueda del tesoro» para los más pequeños. El sistema es sencillo: los adultos esconden este alimento decorado por los alrededores de la casa y el jardín y los niños deben buscarlos.

En este caso parece que el origen procede de Alemania, allá por finales del siglo XVI, de la mano de Martín Lutero. De hecho, es este dato el que hace pensar en la idea del huevo como representación de la tumba de Jesús.

Fuera como fuese, este juego se expandió por Inglaterra y actualmente se sigue practicando.

 

Las carreras de huevos de Pascua: de Europa a Estados Unidos

En Inglaterra, Alemania y otros países del norte de Europa también existe la tradición de los huevos de Pascua. Sin embargo, en este caso no es una caza, sino una carrera.

Desde hace muchísimos años, los habitantes de estos países hacían rodar los huevos colina abajo durante el equinoccio de primavera. Esta fiesta se mezcló con la festividad cristiana, ya que compartían algunos elementos. ¿La excusa? El huevo como representación de la piedra que tapaba la tumba de Cristo, ¿cómo te quedas?

Con la colonización, esta tradición se extendió también por América. Hoy la conocemos como Easter Egg Roll.

En Estados Unidos este evento se realiza el lunes de Pascua en los jardines de la Casa Blanca y los niños deben hacer rodar un huevo con la ayuda de una cuchara de madera. Obviamente, la magnitud de la fiesta lleva a que este juego comparta protagonismo con personal disfrazado de conejo y una muestra de huevos decorados.

Como hemos podido ver, nunca un huevo ha tenido tanta literatura. Lo que está claro es que la transmisión de estos rituales que auguran buena suerte a otras culturas caló hondo y se ha mantenido en el tiempo. Y, como siempre, gracias a la traducción podemos ver cómo una misma idea de un acontecimiento religioso se ha ido adaptando en función de la cultura.

¿Te ha parecido interesante el origen de esta tradición? Te recomendamos que eches un vistazo a nuestro post sobre la Noche de San Juan, ¡alucinarás con el origen de las hogueras!

Acerca del autor

Teresa Belaire

Licenciada en Comunicación Audiovisual y con un máster en guion de cine y televisión, es especialista en escribir historias. Como responsable de contenidos de Ontranslation, escribe sobre traducción, cultura y ecommerce como si desarrollara la biblia de su próximo largometraje.

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